Nonilfenol Etoxilado, el simulador de hormonas.


Desde el año 2003 la Comunidad Europea prohibió ésta sustancia luego de comprobarse el daño que hace al sistema endócrino tanto en seres humanos como en peces. En Argentina más precisamente en la provincia de Santa Fe todavía se utiliza. El sistema endócrino es la fábrica de hormonas que tiene nuestro cuerpo. Las hormonas son mensajeras químicas secretadas por glándulas de nuestro cuerpo a la sangre al fin de regular las funciones de muchos órganos, y como resultado tenemos el funcionamiento armónico de nuestro organismo. Según Hugo Niepomniszcze un profesor de Fisiología de la UBA “hay centenares de trabajos realizados en todo el mundo, publicados en las revistas científicas más prestigiosas, que demuestran los estragos que ocasiona el uso de nonilfenol”. Además, coordinador de la carrera de médico especialista en endocrinología, dice que esta sustancia provoca severos problemas en la fertilidad de los hombres, ya que actúa como espermicida.



La infertilidad implica que los afectados realicen tratamientos de reproducción asistida como la inseminación artificial que cuesta desde $10.000 a $70.000 dependiendo la complejidad, la fecundación in vitro con un costo promedio $64.000 sin medicamentos, la vitrificación alrededor de $ 30.000, el alquiler de vientre desde $64.000, y la donación de óvulos desde $64.000 sin medicamentos.

En las últimas décadas, conforme se ha ido usando el Nonilfenol y sus derivados, se detectó un incremento de enfermedades o disfunciones relacionadas con el sistema endócrino además de los problemas de fertilidad, como malformaciones genitales, nacimientos prematuros, disfunción de las tiroides en niños, cáncer relacionado con el sistema endócrino (mama, ovarios, próstata, testículos) trastornos del sistema inmunológico, prevalencia de la obesidad, y diabetes tipo 2.



Específicamente investigaciones científicas relacionan los disruptores endócrinos con un amplio abanico de enfermedades que incluye:
  • ·         Salud reproductiva femenina (pubertad precoz, cáncer d mama, disminución de la fertilidad)
  • ·         Salud reproductiva masculina (malformaciones en genitales de bebés, disminución de la calidad de semen, cáncer de testículo y próstata)
  • ·         Trastornos del metabolismo (obesidad, diabetes)
  • ·         Problemas cardiovasculares
  • ·         Alteraciones y enfermedades neurológicas (perturbaciones del desarrollo neurológico y alteraciones conductuales, como Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad, Autismo, y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson)



Su impacto también puede ser imperceptible durante una generación o dos a pesar de que nunca han estado directamente expuestos a los disruptores.

Pero esto no es todo. Según la ciencia, el Nonilfenol afecta tanto a humanos como a peces. Y fueron estudios realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISC) en España quien determinó que la contaminación con residuos tóxicos con Nonilfenol estaban relacionados con la “feminización” de peces macho. En la década de los 90s, investigadores británicos notaron -ante una desertificación ictícola sin precedentes en un río de Londres- que los peces machos se habían convertido en “hermafroditas”.



Entonces, teniendo en cuenta estas consecuencias, ¿de qué manera similar puede afectar al ser humano? No sería descabellado pensar en la homosexualidad como resultado de la acción estos disruptores en el ser humano, es una probabilidad muy coherente ya que silenciosa y normalmente nuestras hormonas le pasan información al cerebro que determina nuestro comportamiento. No tenemos por qué darnos cuenta, es una contaminación invisible y todos la sufrimos de manera involuntaria. Nuestro entorno está lleno de disruptores endócrinos; en alimentos, productos de higiene personal, productos de limpieza, insecticidas, ambientadores, en la construcción y decoración, y en otras fuentes químicas como agrotóxicos.  



Más que curioso resulta alarmante como laboratorios farmacéuticos comparten directorio y lobby con industrias agroquímicas. Mientras la contaminación afecta la salud de todos los seres vivos, los adelantos científicos en este rubro son cada vez más creativos y costosos, donde no se busca eliminar la probabilidad de enfermar, sino tener siempre a disposición un tratamiento novedoso.



Hace más de 14 años se sabe de sus consecuencias y todavía lo siguen utilizando. No podemos seguir mirando para el costado con temas tan fundamentales como la prevención y protección de nuestra salud. Nos corresponde como seres inteligentes que somos proteger el género humano y actuar en equilibrio con lo natural. Debemos exigir con urgencia que las industrias dejen de utilizar el Nonilfenol Etoxilado y todos sus derivados en nuestro país.



Fuentes:

Apyme presentó un amparo contra agrotóxicos:

Apyme Santa Fe presenta un amparo para frenar la venta de agrotóxicos en Santa Fe:

Los productos con Nonilfenol ocupan un 35% del mercado:

La justicia santafesina fijó criterio contra la contaminación hormonal:

Cómo afectan los disruptores endócrinos:



Leonardo Mesa / extremosampler

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